Consecuencia del consumo de sustancias
La adolescencia es una época de aventura y experimentos. Muchos adolescentes prueban el alcohol o las drogas por lo menos una vez. La mayoría no desarrolla un problema. Sin embargo, no todos los niños y adolescentes escapan tan fácilmente del peligro. En cambio, se encuentran en riesgo de desarrollar problemas graves como consecuencia de sus experimentos juveniles. Estos problemas se denominan trastornos de consumo de sustancias adictivas. Resulta importante saber que el “uso recreativo”, como consumir una sustancia una o dos veces, no constituye un trastorno de consumo de sustancias adictivas. Para calificar como trastorno de consumo de sustancias adictivas, los efectos del alcohol o las drogas deben provocar un impacto grave y negativo en la vida del adolescente. Las investigaciones y encuestas revelaron una gran cantidad de información sobre niños y adolescentes, y sobre el consumo de sustancias adictivas. Existe mucha evidencia de que el abuso de sustancias adictivas deteriora el proceso normal del desarrollo del adolescente. Diversos resultados negativos, que incluyen el consumo de drogas muy peligrosas posteriormente en la vida, problemas académicos y falta de juicio, se relacionan con trastornos de consumo de sustancias adictivas. El abuso de sustancias adictivas es el indicador más fuerte que predice accidentes automovilísticos, homicidios, suicidios, exposición al VIH y otras afecciones médicas y de la salud mental. Los adolescentes que consumen abusivamente sustancias adictivas a menudo sufren otros trastornos no tratados, como depresión, trastorno de hiperactividad o déficit de la atención (ADHD) o ansiedad, que incrementan su vulnerabilidad. ¿Qué se puede hacer para evitar estos problemas? Una educación temprana sobre las drogas, una comunicación abierta, modelos de roles positivos y un reconocimiento oportuno constituyen una buena forma de comenzar.
¿Cuáles son los síntomas?
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, IV [Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM-IV-TR) describe tres tipos básicos de trastornos relacionados con el consumo de sustancias adictivas. El consumo de sustancias adictivas puede convertirse en dependencia de sustancias adictivas o abuso de sustancias adictivas. Una tercera categoría la constituye el trastorno inducido por sustancias adictivas, que incluye problemas físicos o mentales que derivan únicamente de los efectos químicos de las drogas en el cuerpo.
Según el DSM, existen once clases de drogas básicas: alcohol, anfetaminas (anfeta), cafeína, marihuana (hierba), cocaína, alucinógenos (LSD, éxtasis), inhalantes (poppers, pegamento, solventes), nicotina, opioides (heroína, morfina), fenciclidina (PCP, polvo de ángel), sedantes (Valium) y una categoría general de “otras” que incluyen sustancias menos comunes y medicamentos de venta libre. El diagnóstico es dependencia o abuso de cualquiera de estas categorías de drogas.
Dependencia de sustancias adictivas Se define como una dependencia física o fisiológica. Por ejemplo, si una persona sufre una dependencia física, puede experimentar tolerancia o abstinencia.
Según el DSM, existen once clases de drogas básicas: alcohol, anfetaminas (anfeta), cafeína, marihuana (hierba), cocaína, alucinógenos (LSD, éxtasis), inhalantes (poppers, pegamento, solventes), nicotina, opioides (heroína, morfina), fenciclidina (PCP, polvo de ángel), sedantes (Valium) y una categoría general de “otras” que incluyen sustancias menos comunes y medicamentos de venta libre. El diagnóstico es dependencia o abuso de cualquiera de estas categorías de drogas.
Dependencia de sustancias adictivas Se define como una dependencia física o fisiológica. Por ejemplo, si una persona sufre una dependencia física, puede experimentar tolerancia o abstinencia.
- Tolerancia significa que una persona necesita más de la sustancia para sentir lo que sintió cuando comenzó a consumirla. La tolerancia natural puede transmitirse en las familias y puede ser un signo de que una persona se encuentra en un mayor riesgo de desarrollar dependencia. Si existe tolerancia, una persona puede tomar grandes cantidades de una sustancia sin parecer estar intoxicada o drogada.
- Abstinencia significa que una persona se enferma si disminuye o interrumpe el consumo de la sustancia. Generalmente, esta es la razón por la que una persona continúa consumiendo la sustancia, para poder evitar los efectos desagradables de la abstinencia física. Anteriormente, la abstinencia se relacionaba con la “adicción”, pero actualmente, reconocemos que la abstinencia incluye diversos grados de dependencia física. Los síntomas pueden incluir temblor de manos, pulso elevado, agitación, náuseas o alucinaciones. La abstinencia repentina de algunas sustancias, como el alcohol o los sedantes, es peligrosa.
Dependencia psicológica significa que una persona perdió el control de su consumo de drogas. Se manifiesta un patrón de consumo compulsivo, y ya no es posible consumir con moderación. Generalmente, la negación desempeña un rol importante: las personas piensan que pueden controlar el hábito, mientras que, en realidad, utilizan más energía y se concentran en obtener la sustancia y recuperarse de su efecto.
Abuso de sustancias adictivas Es un patrón de consumo compulsivo. Generalmente, cuando a los adolescentes se les diagnostica un trastorno de consumo de sustancias adictivas, manifiestan un patrón de consumo en exceso o compulsión por la bebida. No todo el consumo “recreativo” de sustancias se convierte en trastorno. Sin embargo, el consumo excesivo se convierte en abuso de sustancias adictivas. El consumo compulsivo puede producirse durante los fines de semana, las fiestas o en otras ocasiones sociales. Para considerar a alguien un “abusador” del consumo de drogas, esta debe causarle a la persona problemas importantes y producir un impacto negativo en su vida. Los efectos del abuso pueden afectar las relaciones sociales, familiares, legales, laborales y escolares. Si bien es menos grave que la dependencia, el abuso de sustancias adictivas puede provocar estragos. Los resultados pueden ser trágicos, incluso si un adolescente que se drogó solamente una vez conduce un vehículo. Si el consumo de drogas impacta en la vida de un niño en cualquiera de las siguientes formas, puede diagnosticársele abuso de sustancias adictivas:
Abuso de sustancias adictivas Es un patrón de consumo compulsivo. Generalmente, cuando a los adolescentes se les diagnostica un trastorno de consumo de sustancias adictivas, manifiestan un patrón de consumo en exceso o compulsión por la bebida. No todo el consumo “recreativo” de sustancias se convierte en trastorno. Sin embargo, el consumo excesivo se convierte en abuso de sustancias adictivas. El consumo compulsivo puede producirse durante los fines de semana, las fiestas o en otras ocasiones sociales. Para considerar a alguien un “abusador” del consumo de drogas, esta debe causarle a la persona problemas importantes y producir un impacto negativo en su vida. Los efectos del abuso pueden afectar las relaciones sociales, familiares, legales, laborales y escolares. Si bien es menos grave que la dependencia, el abuso de sustancias adictivas puede provocar estragos. Los resultados pueden ser trágicos, incluso si un adolescente que se drogó solamente una vez conduce un vehículo. Si el consumo de drogas impacta en la vida de un niño en cualquiera de las siguientes formas, puede diagnosticársele abuso de sustancias adictivas:
- Consumo de drogas cuando es peligroso a nivel físico, como conducir bajo el efecto de las drogas, realizar deportes peligrosos, tener sexo sin protección o bailar en clubes (Raves, como lo llaman) hasta el punto de agotarse por el calor
- Conducta delictiva o delincuencia juvenil, como robar para conseguir dinero para comprar drogas, conducta indisciplinada en lugares públicos o violencia
- Problemas en el desempeño en el hogar, la escuela o el trabajo; las señales incluyen pasar mucho tiempo tras puertas cerradas, evitar tareas, cambios en el rendimiento académico, suspensión de la escuela o faltar al trabajo
- Problemas con las relaciones sociales, como discusiones con figuras que representan autoridad (maestros, entrenadores o padres) o un patrón de conducta desafiante o reservada que puede ser ajeno al carácter
Trastorno inducido por sustancias adictivas Se diagnostica cuando alguien experimenta síntomas psiquiátricos que se relacionan únicamente con el consumo de sustancias adictivas o la abstinencia. Por ejemplo, se pueden producir depresión, ansiedad, problemas para dormir y alucinaciones. No obstante, es importante distinguir estos síntomas inducidos por sustancias adictivas de una afección preexistente. Además, cualquier síntoma debe desaparecer antes de transcurrido un mes aproximadamente después de que se interrumpió el consumo de sustancias.
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